Cassie
Sulivan miraba la luna. Como cada noche anhelaba ir al espacio, ver su
constelación, de ahí nació su nombre, Casiopea. Cuando estaba pequeña su mamá
le regaló un telescopio antes de fallecer, tenía ese deseo de viajar al
espacio. La muerte de su mamá fue el
momento más difícil de su vida, su madre;
la única persona que la apoyaba en su mayor sueño, su inspiración, su ejemplo a seguir, su todo.
Alguien
interrumpió sus pensamientos, ese alguien era su hermano mayor Tom, una persona
malvada y engreída.
“¿Qué
haces Cassie? ¿No vez que papá va a llegar en unos minutos?
y tú sigues aquí sin hacer nada, corre ve a hacer la cena”. Lo peor es
que Cassie tenía que hacerlo, en su casa la mujer era la que hacía la comida,
lavaba la ropa, trapeaba, barría, lo único que podía hacer era seguir las
órdenes en pocas palabras, hacía todo.
A
los pocos minutos llegó su padre: “Al fin en casa, estoy tan cansado que cenaré
y me iré a la cama”.
Ella
había preparado una sopa de verduras, pero lo había hecho tan deprisa que no alcanzaron
a cocerse bien las verduras a lo que éste le escupió “¿Qué te pasa Cassie, que
basura es esta?, ¡eres un asco!”
“Yo…
yo lo lamento, hice lo mejor que pude, en serio lo siento”
“¡Solo
lárgate de aquí!” Esa era la tarea de su padre, hacerla sentir mal. El recuerdo
de su madre estaba vivo en ella y él no podía soportarlo.
Cassie
llegó a su cuarto, y lloró, lloró por el recuerdo de su mamá, lloró hasta que
se quedó dormida.
“Y
en este sufrimiento, en este dolor, día a día mi única salida era soñar, y así
lo hacía cada noche, me olvidaba de los maltratos de mi padre y de mis
hermanos, viajaba a través de un sueño a donde podría disfrutar de la
felicidad.
Mi
mamá como todos los días me peinaba, y mientras lo hacía me contaba historias
sobre astronautas, sobre como viajaban al espacio y viajaban tan lejos que, a
veces se les hacía imposible volver, ella era mi razón de ser, ella me
completaba, y era la única que me entendía.
Yo
sé que algún día viajare al espacio, a pesar de que todos digan que nunca lo
lograré porque la verdad de mañana se nutre del error de ayer, y las
contradicciones que hay que superar son el abono mismo de nuestro crecimiento.”
Y
así pasó el tiempo, pasaron los años y Cassie luchó, luchó para cumplir su
sueño. Entrenó, y se dedicó a estudiar para algún día viajar al espacio.
Cuando
entró a la universidad estaba obligada a entrar a un club, había diferentes
clubs, un club de dibujo, de música, de ajedrez, y mientras veía los carteles,
vio uno que en verdad le interesaba… ¡un club de astronomía! Inmediatamente
cuando Cassie vio el cartel fue en busca
del salón donde estaban los integrantes del club.
En
cuanto Cassie entró al grupo conoció a muchos hombres que soñaban con viajar al
espacio al igual que ella, pero no había ni una mujer en el grupo.
Un
día le dijeron a Cassie que irían a la NASA para ver y aprender más sobre el
tema del espacio, en ese momento ella se puso demasiado feliz, no podía esperar
a que llegara el momento de ir a la NASA.
Así
pasaron los días hasta que llegó el tan ansiado día para Cassie, en cuanto
llegaron a la NASA todos se llenaron de sorpresa al ver que pedían personas que
estuvieran dispuestas a entrenar para más adelante ir a un viaje espacial, al
instante todos corrieron para pedir informes y poder entrar.
Cassie
gastó todos sus ahorros para poder pagar los entrenamientos, así ella entrenó y
entrenó para que la ella pudiera ir al espacio.
Cuando
llegó el día en que escogerían a los integrantes del siguiente cohete algo
pasó:
“Señorita,
con todo respeto pero una mujer no puede ir al espacio” le dijo el comandante a
Cassie.
“¿Por
qué comandante?”
“Las
mujeres son más débiles y pueden salir lastimadas”
“Comandante,
le pido que me ponga aprueba, si después de eso usted sigue pensando que soy débil
no lo volveré a molestar, solo le pido una oportunidad” Le pidió Cassie a su
comandante.
Y
así fue, el comandante le dio una oportunidad a Cassie para que demostrara si
podía hacerlo.
“Lo
discutí con mis jefe y el autorizó que Cassie Sulivan fuera en este viaje”
El
día en que Cassie iría al espacio antes de entrar a él cohete gritó:
“¡Esfuérzate,
porque los sueños del hoy pueden ser la realidad del mañana!”
Y
Cassie con su esfuerzo se hizo la primera mujer en viajar al espacio.
-Fin